Sobre las páginas de facebook:
A la gente de la que hablé anteriormente no le alcanza con solo contar cada segundo de su vida. Van por más. (Algo que se les debe reconocer es que siempre intentan superarse). ¿Cómo obtener este plus de estupidez? Fácil, 3 palabras: Páginas de Facebook.
Por ahí yo soy muy complicado (lo admito), pero creo que cada acción que hago me define. Algo así como “sos lo que hacés”. Entonces veo a FB como una forma de mostrar quién sos, o más bien cómo sos. Más que nada digo esto por las características que tiene. Ejemplo son los apartados “intereses”, “actividades”, “creencias”, “películas”, “libros”, etc., etc., que uno puede llenar según sus preferencias. Hasta ahí vamos bien.
Acá es cuando aparecen las páginas de FB. Cada vez que te unís a una página de FB, ésta va a llenar alguna de las categorías que mencioné. Por esto, como obsesivo que soy, elijo bien a cuál me voy a unir (recuerdo: yo, efectivamente, me “vendí” a FB y por eso lo uso –aunque con más responsabilidad y menos recurrencia que la mayoría–). No me voy a unir a cada boludez que se me aparezca. ¿Qué necesidad tengo? Ninguna. Solo me uno a lo que siento que me representa/identifica o me gusta. (Tengo la paranoia de que debo ser consistente entre lo que realmente soy y lo que digo ser).
Y aquí la diferencia con el típico usuario de FB.
¿Para qué moderarme y unirme a algunas páginas si puedo unirme a todas? Estoy 99 por ciento seguro que se les pasa eso por la cabeza.
Y la escena y los actores se repiten: Nico abre facebook para ver qué onda Paul McCartney (por ejemplo) y se tiene que fumar todas las publicaciones de los “amigos”. Lo mejor de todo es cómo queda estructurada la publicación cada vez que alguien se une a una página. Ejemplo:
A Nico le gusta (con el
thumbs up)
Paul McCartney. Entonces agarrás, vas bajando y empezás a leer:
A Fulano le gusta Comer comida. BIEN! Dentro de todo es sensato. Pero si tan solo terminase ahí.
Seguís bajando y lees:
A X le gusta Comerse uno de bondiola en ayunas (todo bien, yo prefiero unas tostadas),
A X le gusta Olerse la mugre del ombligo (sobre gustos –por raros que sean– no hay nada escrito),
A 3 amigos les gusta Unirse a páginas boludas,
A X le gusta ¬¬ (sí, le gusta “¬¬”),
A X le gusta A que junto 40 boludos que se unen a esta página,
A X le gusta Odio que Brad Pitt me llame cuando estoy con Johnny Deep en la cama (hay 68000 personas unidas; no dejan títere con cabeza estos pibes!),
A X le gusta llegaste? No, soy un holograma. Boludo! (esta frase, por lo menos, sirve para la vida diaria),
A X le gusta Ves a un chabón feo y le decís a tu amiga Mirá, tu novio,
A X le gusta Babear la almohada,
A X le gusta Que cornudo/a que sos!,
A X le gusta Risa-Maligna-Muahahahahahaha (…),
A X le gusta ¿No odias cuando un oso intenta comerse a tu bebe? (no entiendo),
A X le gusta Las bolas de polvo que crecen debajo de la cama y de repente cobran vida (está hablando del faso… ),
A X le gusta Tirarse un pedo sin que nadie se de cuenta y sentirse un Ninja (Tomá! Qué me decís al respecto? Son unos boludos. Aunque… soy sincero, me hizo reír). Y muchos más todavía, tantos que ya no se me ocurren*. Pero he leído cada cosa. De no creer. Y no son solo los nombres, sino la cantidad de páginas así. Y la cantidad de gente que se une.
La solución: la misma. Las listas de contactos. Te armaste tu lista de contactos y chau, no te bancas más esas idioteces que, unidas con las simpáticas actualizaciones de estado (que comenté en el
post anterior), crean la tormenta perfecta.
Pero es inevitable quedarse pensando: Qué onda que yo no me uno a todas esas boludeces. Todos se unen y yo no. ¿Soy un anormal? Queda abierta la incógnita, porque no tengo una respuesta (por ahora). Pero para mí, y por ahí le erro, son todos unos boludos. Pero bien, de onda lo digo.
Punto aparte. Llegué, también, (como quien no quiere la cosa) a la conclusión de que soy una persona bastante simple; en tanto y en cuanto se relacione la simplicidad de personalidad al número de páginas que a uno le “gustan”. Si te ponés a mirar algún perfil ajeno ves que un número importante está unido a dos millones de páginas, de las cuales 1.999.999 son idioteces. Personalidades complejas, sin duda. Eso es FB, cuna de los complejos espíritus modernos. Fua!
Sigue. Pero ahora me despido (aunque quedan un par de cosillas por decir).
*Muchas de las páginas que nombro son reales, aunque algunas son una “caricatura” de la situación que se vive actualmente en FB. Lo sé, es preocupante.
PD: estos últimos días me vi obligado a entrar a FB y salir inmediatamente porque no puedo ingresar en mis listas. Como por arte de magia, ya no las puedo usar. No quiero ser un perseguido, pero es posible que a alguien no le guste que hable así de esta red social y estén tratando de intimidarme. Me siento el
Sr. X. Temo por mi vida…

This
obra by
Nikolai is licensed under a
Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported License.